martes, 11 de octubre de 2011

POSTAL DE LA IGUALDAD

Mes de la discapacidad

Para adentrarnos al tema debemos saber, que concebimos por discapacidad, según el Fondo Nacional De La Discapacidad (FONADIS), discapacidad es "un término genérico, que incluye deficiencias de las funciones y/o estructuras corporales, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación, indicando los aspectos negativos de la interacción entre un individuo (con una 'condición de salud') y sus factores contextuales (ambientales y personales)".

  Para
 la Ley N° 19.284, de integración de discapacitados, explica que una persona con discapacidad es "toda aquélla que, como consecuencia de una o más deficiencias físicas, síquicas o sensoriales, congénitas o adquiridas, previsiblemente de carácter permanente y con independencia de la causa que las hubiera originado, vea obstaculizada, en a lo menos un tercio, su capacidad educativa, laboral o de integración social".
De esta manera debemos abrir paso a distintas alternativas para mejorar la calidad de vida de los discapacitados (personal, laboral, integración, etc.), otorgando ideas, soluciones, haciéndonos parte de esta realidad.
Frente a este tipo de situaciones, debemos tomar conciencia, ya que es una condición que afecta a un porcentaje importante de la ciudadanía, y que debemos ayudar a solventar.


Ley 24.901

LEY Nacional de Discapacidad de la República Argentina.
                          
                           


Más detalles de los artículos en: http://www.pymes.org.ar/discapacidad/leyes-nacionales/ley24901.PHP

jueves, 6 de octubre de 2011

¿Son o se hacen?



INTRODUCCIÓN
Los enfoques compartidos en este libro informan sobre los cambios que están sucediendo en las prácticas habituales del campo de la discapacidad intelectual y en las políticas públicas, junto con los resultados positivos que se están verificando.
Su contenido refleja en qué consiste el cambio conceptual. No son personas con defectos que tienen que ser excluidas de la sociedad, sino personas con capacidades a quienes se les deben reconocer los mismos derechos que todos los ciudadanos: estar incluidos en sus comunidades, tener las mismas oportunidades, los mismos deberes y las mismas obligaciones siendo tratados con dignidad y respeto.
Este libro no solo nos impulsa a pensar de otro modo sobre las personas con diferentes discapacidades, sino que nos moviliza a hacer algo para mejorar su calidad de vida.

AUTORES:                                                                                                                                                                                                                                                     








    Diego Gonzalez Castañón                             Andrea Silvana Aznar

miércoles, 5 de octubre de 2011

Todos podemos ser discapacitados

  A pocas personas les gusta pensar en discapacitados, o hablar de ellos y menos aún pensar en ayudarlos. Sin embargo, mientras escribo estas palabras, un accidente más ocurrirá en nuestro país y quizás alguno de los sobrevivientes sea un discapacitado más en nuestra sociedad. Con esto quiero decir, que los discapacitados no sólo nacen así, con alguna limitación como puede ser la sordera, una parálisis cerebral o un retraso mental. Por el contrario, ninguno de nosotros está exento de la posibilidad de quedar discapacitado, ya sea por un accidente o por una enfermedad.
  Pensar en la posibilidad de la discapacidad  nos ayudaría a entender el proceso de adaptación que vive todo discapacitado a esa nueva realidad angustiante. Ser discapacitado no es algo agradable y a nadie se le ocurriría creer lo contrario. Pero lo más grave no es ser discapacitado sino que la sociedad convierta a una persona en un discapacitado. Es decir, lo que más limita a una persona no es la discapacidad en sí misma sino la actitud que lasociedad asume frente a ella.
  Son los valores imperantes en una sociedad los que definen lo que es normal o anormal, bello o feo. Si un discapacitado es definido en una sociedad como un anormal, obviamente el impacto que esa persona recibe es negativo por el trato que recibe de los que lo rodean. Asimismo, este trato varía de una sociedad a la otra, pues los conceptos de normalidad, anormalidad, belleza, perfección, se van definiendo continuamente. En esto inciden poderosamente los medios de comunicación.
  En nuestro país, todavía los medios de comunicación continúan acentuando modelos de belleza estereotipados, todos iguales, rubios, delgados, perfectamente contorneados por el mismo cirujano. Los discapacitados no aparecen ya que no responden a esas pautas. Todas aquellas personas que sean físicamente diferentes serán expuestas para provocar la risa o mostrar el ridículo o generar miedo.(gordos, enanos, personas en sillas de ruedas, ciegos, etc.)
  El deseo natural de cada persona de ser perfecto física y mentalmente, sumado a los modelos idealizados que nos ofrecen los medios de comunicación, confluyen en la respuesta que inicialmente provocan los discapacitados: temor a lo desconocido, a lo diferente. Por otra parte, estas reacciones de la sociedad ante el discapacitado, los afecta a ellos también, limitando su modo de actuar, modificando sus sentimientos hacia sí mismos y afectando su relación con otras personas.
  Mucho se ha estudiado y se continúa haciéndolo, sobre el poder de las palabras para afectar la personalidad y la autoestima de una persona. Las palabras tienen el poder de crear una discapacidad. Si le repetimos todo el tiempo a alguien que es algo, terminará creyendo que lo es y se convertirá en ello.
  Todos debemos recordar que antes que discapacitados, son personas con una discapacidad. Esto las hace diferentes, pero más allá del nombre con las que las llamemos, es necesario que recordemos que son personas “únicas”.
  Como personas tienen los mismos derechos que los demás a realizarse según su propia forma de ser, sus posibilidades, sus propios ritmos y deseos. Y en ese camino, pueden caerse, sufrir, fracasar. Estas experiencias forman parte de la vida y las personas discapacitadas tienen derecho a vivirlas y nadie puede impedírselos.
  Las personas discapacitadas como las personas que no lo son, tienen un enorme potencial creativo en su interior que es necesario que cada uno lo descubra por sí mismo. Esto requiere aprendizaje y no solamente en lugares cerrados y protegidos, sino en contacto con la vida misma. Por eso, las personas discapacitadas tienen derecho a compartir todos los espacios con las personas que no lo son. Es en el intercambio entre todos, como se construyen los puentes de integración. Por eso, hoy ya no hablamos de discapacitados sino de personas con necesidades especiales. Y si pensamos que todos somos discapacitados en algún aspecto, sabremos también que todos tenemos necesidades especiales en distintos momentos de nuestras vidas.
  Dice Eleanor Roosevelt: “Existe un peligro mayor en esta cuestión de aceptar las limitaciones de los demás. Algunas veces tendemos a considerar como limitaciones las cualidades que son, en realidad, la fortaleza de la otra persona. Podemos rechazarlas porque no son las cualidades que desearíamos que tuviera esa otra persona. El peligro reside en la posibilidad de que no aceptemos a la persona tal cual es sino que intentemos cambiarla conforme a nuestras propias ideas.” (Citado por Leo Buscaglia en su Libro. Los discapacitados y sus padres, Emecé editores)